lunes, 10 de junio de 2013

Medio siglo de farándula, de José J. Podestá (1930)



En los primeros años


«Mis padres eran genoveses; se llamaban Pedro Podestá y María Teresa Torterolo. Llegaron a Montevideo en los años 40 y 42, respectivamente; allí se conocieron y se casaron.
Cuando la Guerra Grande mi padre sirvió a las órdenes de Garibaldi; tenía el empleo de abastecedor de carne por cuenta del gobierno. Yo alcancé a conocer la camiseta colorada que él usó, a la que le llamaba “camiseta garibaldina”. Fue objeto de moda su forma característica, que usaron indistintamente hombres y mujeres.
En el año 46 mis padres se trasladaron a Buenos Aires, y se establecieron con un negocio en la calle Chacabuco entre San Juan y Cochabamba, donde nacieron mis hermanos Luis y Jerónimo.
El negocio prosperaba, pero, el país estaba en guerra civil, y la gente de Rosas propagaba la voz de que si Urquiza entraba en Buenos Aires, iba a degollar a todos los gringos. Mis padres determinaron vender todo y marcharse rápidamente a Montevideo. Esto ocurría en el año 51, el 30 de octubre; Jerónimo tenía un mes de edad y allí fue bautizado: por esa circunstancia resultó ciudadano uruguayo.
Nací en Montevideo el 6 de octubre de 1858, en la casa del entonces coronel Aldecoa, calle Andes entre Canelones y Maldonado.
Según mis padres yo era un hermoso pibe que llamaba la atención de todos.
Un matrimonio francés, sin familia, ya viejo, dueño de una gran joyería en la calle 25 de Mayo, le propuso a mi madre llevarme a París para hacerme estudiar y cuidarme como a un hijo, porque, según ellos, era el vivo retrato de un nene que habían perdido; la propuesta no fue aceptada.
A los 8 años de edad enfermé de viruelas, la que me tuvo un mes entre la vida y la muerte; me atacó de tal modo que sufrí de ceguera un tiempo, pues la enfermedad se cebó en mí despiadadamente.
Desde muy niño aprendí a ganarme la vida para ayudar, con mis hermanos mayores, a mis padres, que alcanzaron a tener 9 hijos: Luis, Jerónimo, Pedro, José, Juan, Graciana, Antonio, Amadea y Pablo.
Al poco tiempo de mi nacimiento mis padres compraron un solar de 12,5 varas de frente por 25 de fondo, con 4 habitaciones, en la calle Maldonado entre Andes y Convención. Con el correr del tiempo aumentó la edificación hasta completar 12 piezas. Esa fue la casa solariega de los Podestá.
En aquel entonces todo el lado sud de la ciudad era un descampado; una que otra casa aislada y muchas zanjas, barrancas y yuyales.
Desde mi domicilio al mar había solo tres cuadras, y hasta los 16 años viví constantemente atraído por aquella costa y su amplio mar de abundante pesca.
Fui uno de los mejores nadadores de mi tiempo y tuve la suerte de salvar a tres personas en diferentes épocas, entre ellas mi hermano Antonio, que era un niño.
Allí inicié mis primeros ejercicios acrobáticos, saltando de piedra en piedra, trepando acantilados, navegando en barcas pescadoras.»


José J. Podestá, Medio siglo de farándula. (Memorias de José J. Podestá). Córdoba: Imprenta Río de la Plata, 1930 [Buenos Aires, Galerna, 2003].

Imagen: José Podestá (Pepino el 88), 1890.

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