jueves, 23 de mayo de 2013

Nueve cantos, de José Pedroni (1944)




Nacimiento de Esperanza
(8 de setiembre de 1856)


In nativitate tua gaudebit
universa terra.

1
Con tu nacimiento se alegró la tierra.
Fue el día de la Virgen.
No fue un día cualquiera.
Júbilo de campanas
a lo largo de América.
Fue el ocho de setiembre.
Alabado sea.

Hombres y mujeres habían llegado
de lejanas tierras.
—Grupos de palomas a los árboles
llegan de igual manera—.
Habían atravesado el mar
—nieblas—;
habían alcanzado el “pariente del mar”
—ceibos, palmeras—;
habían llegado a Santa fe
—naranjos, arena—;
habían avanzado hacia la pampa india
—leguas—;
habían dormido de cara al cielo
—estrellas—;
junto al Salado árido
—culebras—;
las mujeres, de oro;
los hombres, como de piedra.

[…]

3

Fue el día de la Virgen.
No fue un día cualquiera.
Camino de su rancho y de su árbol,
van hombres y bestias;
van en familia, lentos,
sobre la tierra eterna.
Éste es el toro que hunde
su bramido en la selva;
ésta es la vaca
con la miel en la lengua;
éste el can
que guardará la puerta;
éste el mozo del puñado de trigo
apretado con fuerza;
éste el niño que duerme;
ésta la niña bella,
y ésta la madre grávida,
por caerse en la hierba.
Se parece a la Virgen,
la noche de la estrella.

Fue el ocho de setiembre.
¡Alabado sea!

José Pedroni, Nueve cantos (1944) en Antología poética. Rosario: Homo Sapiens Ediciones, 2008.


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