"Me levanté, me asomé a la cuesta, anduve entre los almácigos, llegué hasta el fondo, toqué el tronco del nogal, me detuve acá y allá y miré el terreno desde todos los ángulos. Lo miré como tantas veces, en tantos años, y fui tomando conciencia, con doloroso estupor, que ahora lo estaba viendo de una manera casi única y definitiva. Era extraño advertir cómo el cielo se teñía una vez más, que las cosas de siempre volvían a definirse, y saber que dentro de un rato emprenderíamos viaje y todo eso quedaría atrás. Trataba de fijar en la memoria cada detalle, quizá para poder recordarlo después, para no perderlo todo, y llevarme algo de esa mañana de despedida. Se me enganchó la manga de la camisa en la rama de un rosal y tuve que tironear bastante para desprenderme. Aquel pequeño incidente casi me hizo llorar. Llevaba en la mano una bolsita de tela y la llené de tierra."
Antonio Dal Masetto, Oscuramente fuerte es la vida. Buenos Aires: Planeta, 1990.
Imagen: detalle de "My Sweet Rose" de John William Warterhouse (1908).
Me recuerda a la novela de Dal Massetto CITA EN EL LAGO MAGGIORE. Tiene mucho de esa melancolía, de esa búsqueda constante de un algo en la memoria.
ResponderEliminarLa novela que menciono no me gustó mucho, pero rescato el clima melancólico y la descripción minuciosa de los escenarios del Piamonte y del lago, que inevitablemente me trasladaron a cuando estuve ahí.
Así, es Lucila. "Cita en el lago Maggiore" forma, junto a "Oscuramente fuerte es la vida" y "La tierra incomparable" la "trilogía" de la emigración /inmigración, de los viajes de "regreso" y de definitiva partida. Personalmente los dos primeros, que forman las novelas de Agata, son los que más me han conmovido. La línea de "Cita en el lago Maggiore", en esa historia entre el padre y la hija, en ese regreso a la tierra de origen que se vive como una especie de legado de la memoria imposible de realizar, reside en esa melancolía por lo que no se puede, no se logra decir no obstante las descripciones de los lugares que terminan "escapándose". Yo diría que se trata de una cita imposible, más que nada con los espacios de la memoria. Sería, creo, una cita "con" el lago Maggiore, que representa ese tiempo perdido. ¿Qué pensás de esto?
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