Tras las huellas de Quasimodo
en los viajes de Agata [1]
Fernanda Elisa Bravo Herrera
Hay versos que convocan no solamente un universo literario, sino fundamentalmente
una memoria que no es solamente literaria, sino vital, colectiva, hecha de violencia y
desgarros, de pérdidas y de guerras. A través de un juego de citas y de
omisiones, Antonio Dal Masetto convoca en sus novelas de Agata, Oscuramente fuerte es la vida (1990) y La tierra incomparable (1994), la
producción poética de Salvatore Quasimodo.
Los versos del poema «Visibile, invisibile» de Salvatore Quasimodo, con
los que Antonio Dal Masetto introduce su novela Oscuramente fuerte es la
vida anticipan en forma elíptica la segunda novela de Agata, La tierra incomparable, porque ese poema
de Quasimodo se encuentra recogido en el poemario La terra impareggiabile,
que reúne su producción del período 1955- 1958. De esta manera, los versos de
Quasimodo construyen una red de textos que finalizarán su proyección en la «segunda
parte» de la historia de Ágata, es decir en La tierra incomparable, cuyo
título retoma el título del libro de Quasimodo.
«Da tempo ti devo parole
d’amore:
o sono forse quelle che
ogni giorno
sfuggono rapide appena
percosse
e la memoria le teme,
che muta
i segni inevitabili in
dialogo
nemico a picco con
l’anima.» [2]
La novela La tierra incomparable, por su parte, tiene como
epígrafe unos versos del poema «Thànatos Athànatos» del poemario La vita non
è sogno que reúne la producción lírica de Quasimodo del 1946 al 1948, es
decir, aquella producida inmediatamente después de la finalización de la II
Guerra Mundial. A partir de la lectura de los títulos de los poemarios de
Quasimodo y de las novelas de Dal Masetto, la presencia del lexema «vida» de la
primera novela se encuentra enunciada en el título del poemario del poeta
italiano que incluye el poema cuyos versos funcionan como epígrafe en la
segunda novela. De esta manera se podría hipotizar una posible continuidad
ideológica entre el sentido del título de la primera novela de Dal Masetto y el
título de este poemario, La vita non è sogno.
La selección de estos versos de Quasimodo en ambas novelas de Dal
Masetto, por tanto, no constituyen solamente una forma de «homenajear» un
poeta, sino también el índice textual de una apropiación ideológica y
perspectivante de la palabra, reforzando líneas isotópicas de contigüidad y de
continuidad entre estos textos. Así, los textos convocados en el epígrafe
permiten reconocer en las novelas cuestiones comunes. Basta detenerse en unos
poemas de La vita non è sogno –algunos de los cuales aparecen citados en
La tierra incomparable- para
identificar cuestiones claves y definitorias como el desarraigo, la nostalgia
por la patria perdida, ya desde el poema inicial «Lamento per il Sud», que en
las contradicciones entre el olvido y la memoria, entre el silencio y la
palabra, entre el desamor y el amor enuncia una elegía de un inmigrante por la
tierra abandonada y torturada por la soledad y la muerte en medio de la vida y
la juventud:
«…ho dimenticato il passo degli aironi e
delle gru
nell’aria dei verdi altipiani
nell’aria dei verdi altipiani
per le terre e i fiumi della Lombardia.
Ma l’uomo grida dovunque la sorte d’una
patria.
Più nessuno mi porterà nel Sud.
[…]
E questa sera carica d’inverno
è ancora nostra, e qui ripeto a te
il mio assurdo contrappunto
di dolcezze e di furori,
un lamento d’amore senza amore» [3]
Esta elegía del inmigrante por su «patria», por la región amada puede
identificarse con la «elegía» de Ágata por su pueblo en las montañas lombardas,
y extenderse a la nación, como en «Il mio paese è l’Italia» del mismo poemario
de Quasimodo. Es importante señalar que, a lo largo del recorrido vital
reconstruido por la memoria de Ágata en Oscuramente
fuerte es la vida y en el viaje de regreso a Italia de La tierra incomparable, el espacio relacionado con Italia se muchas
veces está marcado por la hostilidad, la violencia, la muerte, el rechazo. En
esos momentos el pasado se une al presente a través de esa marca oscura del
odio, de tal modo que Agata, en su caminar por el pueblo y por la memoria, reconoce
las huellas del odio, rescata a los muertos del olvido, como si fuera la madre,
la compañera, la hija de todos esos difuntos, testimonio, casi encarnación de
la memoria. Por esto es posible poner en diálogo la historia de Ágata con
algunos de los versos de «Il mio paese è l’Italia», si bien éstos aludan
específicamente a las atrocidades de la II Guerra Mundial.
Los versos de «Thànatos, Athànatos», con los cuales se inicia La tierra incomparable, ofrecen una
respuesta positiva y afirmativa a la vida en el diálogo con la Muerte, consolidando
la búsqueda del «resplandor» de Ágata, la fortaleza de la vida, retomando así
la reafirmación de la vida sostenida en Oscuramente fuerte es la vida y en el epígrafe de la primera novela.
El poema de Quasimodo finaliza con un verso positivo y pleno de sentido: «Io
non conosco le ombre». Esta convocatoria del texto del poeta siciliano no sólo
entrecruza los versos que funcionan como epígrafe, sino todo el poemario en su
condensación y en el diálogo con las dos novelas de Dal Masetto, es decir con
aquella que inicia con estos versos y con la que lleva el mismo título del
poemario. A partir de una lectura entrecruzada de los tres textos, es posible
determinar que en ellos hay un malestar frente a una sociedad deshumanizada por
el odio. Si en La terra impareggiabile, Quasimodo denuncia la
agresividad de una ciudad vivida como un infierno, a causa del consumismo, de
la falta de valores y de la pérdida de sueños, Dal Masetto retoma esta percepción
de Quasimodo como punto de apoyo implícito en este choque de la memoria de
Agata con una nueva realidad italiana que, sin embargo, recuperará, como parte de
una memoria desgarrada, dolorosa, fragmentos de violencia del pasado, marcados
por la muerte y el egoísimo. La violencia es, por tanto, el elemento común
evidenciado en su negatividad en estos textos, mientras la visión de la
sociedad degradada en el consumismo y en su agresividad es vivida en aumento en
la segunda novela de Dal Masetto.
Ese movimiento pendular de la memoria de Agata reafirma la visión
negativa frente a los (des)valores actuales de la sociedad italiana y denuncia,
dolorosamente, la presencia constante de la violencia y del odio en la tierra
perdida. Este movimiento, no obstante caracterice a la tierra como «incomparable»,
tiene un carácter altamente cargado de confrontación y de «descubrimiento» de
las respuestas a las numerosas preguntas de la inmigrante. La «incomparabilidad»,
por decirlo de algún modo, distancia sin posibilidad de encuentro la tierra de
origen, antes de la emigración, y aquella con la que se encuentra Agata en su
viaje de regreso. Identidad y diferencia en la violencia, por tanto, que marcan
la distancia de una «tierra incomparable», que es, fundamentalmente, la tierra de
la memoria.
Biografía:
Dal Masetto,
Antonio, Oscuramente fuerte es la vida. Buenos Aires: Editorial Planeta
Argentina, 1990.
Dal Masetto,
Antonio, La tierra incomparable. Buenos Aires: Editorial Planeta
Argentina, 1994.
Quasimodo, Salvatore, La vita non è sogno. Milano:
Mondadori, 1949 [en Tutte le poesie. Milano: Mondadori, 1995].
Quasimodo, Salvatore, La terra impareggiabile. Milano:
Mondadori, 1958 [en Tutte le poesie. Milano: Mondadori, 1995].
[1] Versión sintetizada y
modificada del artículo «Memoria, emigración y entrecruzamiento de la
palabra de Quasimodo en Oscuramente fuerte es la vida y en La tierra
incomparable de Antonio Dal Masetto» publicado en Tacconi, María del Carmen
(coord.), Ficción y discurso 2008. Tucumán:
UNT – Facultad de Filosofía y Letras- Instituto de Investigaciones Lingüísticas
y Literarias Hispanoamericanas, 2009, pp.65-78.
[2] Quasimodo, Salvatore, «La
terra impareggiabile» en La terra impareggiabile en Tutte le poesie. Milano:
Mondadori, 1995, pp. 198 [1958].
[3] Quasimodo, Salvatore, «Lamento
per il Sud» en La vita non è sogno en op. cit. pp. 149-150 [1949].
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