«Debajo
de la mesa, contiene la respiración para que los grandes no la descubran. Un
rayo de sol atraviesa el encaje del mantel y Patricia puede ver el polvo dorado
que flota; trata de tocarlo, pero las pelusas se arremolinan y escapan.
Una
voz pastosa y áspera, de anciano, la del tío Alessandro, recorre la casa. Hay
alegría en la mesa: Alessandro vino desde Italia a visitar a Pina y a Gino, los
padres de Patricia. También está tío Marco, el hermano de Pina. Claudia y
Assunta llegarán más tarde, a la hora de cenar.
Patricia
ve, desde su escondite, que Marco tiene los cordones desatados.
Tía
Virgina no está porque tiene permiso para salir de la clínica sólo los domingos
y hoy es sábado. Virginia está loca desde antes de que vinieran a la Argentina.
Llegan
todas las voces un poco acolchadas. Hablan de hace mucho, de otro lugar.
Patricia,
ahí acurrucada, casi sin respirar, ve un pueblo con vías anchas y asfaltadas;
ve también otras calles, con adoquines. En los bordes, casas bajas; en el
centro, casas de dos pisos. Tejas rojas. Patricia recorre el pueblo detrás de
la voz de su madre.»
Bossi, Elena, Otro lugar.
Córdoba: Ediciones del Copista, 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.