miércoles, 27 de marzo de 2019

Continuidad de la Gracia, de Lermo R. Balbi (1995)





«El sueño refulgente.

En todas las aldeas de Europa latía el mismo anhelo: el de partir en busca de nueva vida al continente lejano. Era un sueño inquietante, una ambición profunda que se ahincaba en las almas desde la infancia a la vejes. América formaba parte de una tradición de riquezas y bienaventuranzas y tenía el prestigio de una leyenda en los pueblos rudos y sencillos de la Europa Medieval; prestigio que se alargó durante centurias hasta entrar en el siglo XX.
Esa ilusión veíanla florecida en los templos, en las viviendas, en las escuelas, en los puentes, en las carreteras que los hombres enriquecidos en la otra margen del ancho mar mandaban construir en la tierra natal por sentimientos agradecidos, por vanidad, por desquite. Veían el sueño hecho persona en aquel joven tímido transformado ahora en indiano prosopopéyico, que volvía para darse el gusto de tratar llanamente al administrador del feudo condal, para deslumbrar a la moza que no tuvo paciencia de amor y se casó con el pobrete de la aldea, para poner ostentosamente una bolsa de monedas en las manos del párroco que exprimía con su diezmo la flaca faltriquera de su familia. Veía el sueño erguirse refulgente, ofuscante, en barras extensas como los rayos del sol al fundirse en la línea del horizonte, precisamente hacia el lado por donde está el continente maravilloso. Ninguna prosperidad había que no tuviese como cimientos ese oro que allá lejos brotaba sin interrupción.»

Lermo R. Balbi, Continuidad de la Gracia. Santa Fe: Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe, Municipalidad de la Ciudad de Rafaela y Asociación Santafesina de Escritores, 1995.


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