jueves, 4 de abril de 2019

Esperanza, madre de colonias, de Gastón Gori (1969)




«Cuando nos referimos a la fundación de Esperanza, seguimos el orden del pensamiento y de los hechos históricos que dieron origen a un proceso evolutivo de singular trascendencia en la vida y en el desenvolvimiento económico, demográfico y cultural de nuestra nación. De tal manera, decimos históricamente fundación de Esperanza refiriéndonos a la colonia de agricultores inmigrantes que le dieron origen. La ciudad, aunque prevista como centro urbano, no entró en los cálculos del colonizador Aarón Castellanos, ni se le obligaba a tal finalidad, según el pensamiento del gobernante, don Domingo Crespo, que confió en ese hombre de empresa para poner en marcha, en nuestra provincia de Santa Fe, uno de los principios que inspiraron a los constituyentes de 1853. El gobierno de Santa Fe se reservaba por el contrato de colonización, los derechos sobre una “área intermedia” entre las dos secciones de campos que ocuparían las familias, para ser vendida “a los que quieran edificarla con el fin de aumentar la población colonial”. De donde resulta correcto considerar a la ciudad como una consecuencia de la prosperidad de la colonia de agricultores.
No se trataba de fundar una ciudad, ni un pueblo, sino una colonia di agricultores, con familias europeas, honestas y laboriosas. La civilización que había penetrado hasta entonces en el desierto –se consideraba desierto lo que estaba más allá de la línea de fortines militares– era inminentemente pastoril. La ganadería fue un medio de avance de la civilización, pero insuficiente antes y después de Caseros, para colocar al estado argentino en el nivel de las naciones progresistas.»

Gastón Gori, Esperanza, madre de colonias. Museo de la Colonización Publicación N° 1. Santa Fe: Librería y Editorial Colmegna, 1969.


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