lunes, 18 de agosto de 2014

El pan nuestro. Panorama social de las regiones cerealistas argentinas, de Gastón Gori (1958)



«Prácticamente, la totalidad de los inmigrantes y nativos agricultores vivió en esa deleznable construcción  –signo de la miseria– que se llama rancho. Vivieron los campesinos en la tierra, y se protegieron con tierra, es decir, con lo más barato; con un habitáculo de necesidad y de inspiración indígena. El arrendatario y el comprador hipotecario no invertirían, desde luego, un solo centavo más que lo indispensable en mejoras que, a corto plazo, podían resultar del dominio del locador. Lo contrario ocurre cuando los colonos poseen el título de propiedad, pero los que llegaron a ello tuvieron aún por delante muchos años de inauditas privaciones, de deformación de la personalidad por ahorros y mezquindades incruentas, para poder vivir en habitaciones más o menos adecuadas a la dignidad del hombre.»


Gastón Gori, El pan nuestro. Panorama social de las regiones cerealistas argentinas. Edic. Galatea, 1958.

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