Bersagliere
Se allega a mi memoria
el tierno dialecto que nunca le oí
a mi abuelo Antonio, el del ademán
bonachón, muerto en estas pampas
con veintinueve años y una esperanza sutil.
¡Un hombre que combate
el trono de los Habsburgo en la Primera Guerra,
y sufre las prisiones autrohúngaras
por años, se muere en feraz llanura
donde sobra el canto de los tordos
y el Otoño ensucia con sus hojas
la pulcritud del patio!
Antonio Di Rado, un bersagliere
con medallas en el pecho.
El mismo que me mira hace treinta
y cuatro años
desde una fotografía amarillenta,
como no pudiendo creer en esta muerte
metiendo su tristeza en la ranura de mis versos.
Isaías, Jorge, Crónica gringa. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral, 2000 (5ta edición).
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