sábado, 22 de febrero de 2014

Poemas gringos, de Álvaro Yunque (Arístides Gandolfi Herrero; 1932)



                         INMIGRANTES

En la estación, solemne como un templo,
Sobre los duros bancos de 2a., se aprietan.
Son montones de carne sonrosada
Y rubias cabelleras
Que van a las provincias
Seguidos de su prole y de sus hembras.

Hace unos pocos días nos los trajo el océano,
Ya se van por las pampas, los pueblos y las selvas;
Y el gaucho, el negro, el indio
Sentirán el fermento rubio en su oscura gleba.

Antes sólo teníamos
Sol en tu cielo, América.
A más del sol del cielo tendremos este otro
Que nos viene brillando en las cabezas
De estas jóvenes gentes, sanotas y grandotas
Como parvas de trigo rubio que se movieran.

Ahora, así tendremos sol de día y de noche,
Sol en el alto cielo, sol en la baja tierra;
Sol celeste, el paterno sol: el sol que nos alumbra,
Sol humano, el fraterno sol: el que nos calienta.

Los inmigrantes rubios vienen de tierras frías,
El sol casi no brilla en esas tierras.
Aquí van estos hombre rubios a enriquecerse
Con su sol generoso de luz, cielo de América
Y así vamos a hacernos todos dos veces ricos:

Habrá sol en el cielo y sol en las cabezas.

Álvaro Yunque, Poemas gringos. Buenos Aires: Claridad, 1932.

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